LA PAZ EN MI ALMA CONTRIBUYE A LA PAZ DEL MUNDO.
Al cultivar la paz en mí, incremento mi poder para hacer cambios positivos en mi vida y en el mundo. Mi contribución personal promueve el bien común. Ayudo a crear paz en la Tierra paso a paso —una interacción a la vez.
Cuando decido responder con amor contribuyo a la paz. Cada vez que evito una confrontación innecesaria, ofrezco una palabra amable o ayudo a un amigo, fomento la armonía. La paz surge de muchas maneras. Contribuyo a la serenidad en mi vida y en el mundo cuando manejo mis asuntos conscientemente y hago servicio comunitario. Desarrollo paz interna cuando me intereso por el medio ambiente y por todas las criaturas que comparten el planeta conmigo. Al ser apacible, contribuyo a la paz mundial.
Bienaventurados los pacificadores.—Mateo 5:9