CADA DECISIÓN ME OFRECE UNA BENDICIÓN.
Cuando tomo una decisión, descanso sabiendo que cada elección me ofrece una bendición. No siento ansiedad pensando si una decisión es “correcta” y otra “incorrecta”. Bien sea que doble a la derecha o a la izquierda; diga sí o no, Dios está conmigo siempre. Aquieto mi mente cuando sé que nunca estoy separado del Creador divino.
Reclamo mi poder para elegir y celebrar la sabiduría que me guía. Cualquier dirección que tome es un camino que me lleva hacia nuevas experiencias y a una comprensión mayor. Con Dios, no puedo tomar la decisión equivocada. ¡Disfruto de mi viaje por la vida! Mis lecciones, regalos y bendiciones están justamente donde estoy.
Entonces yo, el Señor, te guiaré siempre, y en tiempos de sequía satisfaré tu sed … y serás como un huerto bien regado.—Isaías 58:11